Es un terreno complicado este. Después de más de dos décadas firmando cintas horrorosas, parece que las adaptaciones de videojuegos empiezan a asomar la cabeza. Cierto es que todavía no se ha dado con esa gran obra que marque un antes y un después, pero a la vista de las infamias que tantas veces nos hemos encontrado, no se puede negar tampoco que la cosa mejora. De hecho, en 2019 veía la luz una película excelsa a la que, sin embargo, no se le otorgaba el respeto debido. Hablamos de Angry Birds 2.
Si ya la primera película funcionaba bien, la secuela de Angry Brids es una joyita de las buenas. En esta nueva aventura, tanto los cerdos como los pájaros tendrán que aunar sus fuerzas para hacer frente a Zeta, la villana interpretada por Leslie Jones. Zeta ha venido desde su isla helada en busca de un lugar más cómodo para vivir, pero su llegada está a punto de poner la vida de Red, Chuck, Bomb, Leonard y compañía patas arriba.
Divertida, ingeniosa, audaz y completamente inesperada. Angry Birds 2 se convertía en una cinta descomunalmente disfrutable. Todo un salto de calidad si la comparamos con las decenas de adaptaciones de videojuegos que nos ha dejado la historia reciente del cine. De hecho, el buenismo tan típico de las películas animadas decae aquí en pro de un gamberrismo muy propio del videojuego original. Angry Birds 2 es una joya que no se te puede escapar.