Ha sido uno de los más grandes. El hueco que nos dejaba Wes Craven con su fallecimiento allá por 2015 era de esos difíciles de llenar. Pocos creativos habían aportado tanto a esto del cine como él. Un legado plagado de joyas del calibre de Scream.
Un año después del asesinato de su madre, Sidney (Neve Campbell) vuelve a vivir una situación angustiosa: mientras un terrible psicópata tiene aterrorizado al barrio, su padre está siempre ausente y su novio está a punto de romper con ella. El argumento es de sobra conocido por todos. Y es que Scream se convertía en todo un fenómeno allá por 1997. También en el origen de una saga que nos ha regalado hasta cuatro entregas y que ya prepara su regreso.
Nunca decepciona. Scream no es una de las grandes cintas del género por nada. Sensacional, audaz y, como siempre, rodada con la tensión propia de Craven. Para una noche de terror con Movistar+.