Es una de nuestras películas favoritas. En 1982, la carrera de Steven Spielberg despuntaba de forma meteórica. El director era uno de los valores más sólidos de la industria después de firmar Tiburón , Encuentros en la Tercera Fase o Indiana Jones en Busca del Arca Perdida. Pocos podían imaginar que estaban presenciando el nacimiento de una de las figuras más grandes de la historia del cine. Con E.T., el extraterrestre, Spielberg construía una cinta familiar que no tardaría en convertirse en uno de los grandes iconos de la sensacional década de los 80. Innumerables momentos y frases del filme pasaban a formar parte de la cultura popular, del mismo modo que entraban directamente a engrosar la lista de instantes míticos del cine.
Sin embargo, todavía hay detalles para disfrutar de una forma todavía más especial de E.T. Y es que, a pesar de haberla visto mil veces, seguro que nunca os habíais fijado en algo muy especial. El bueno de Steven Spielberg decidía filmar E.T. Colocando la cámara siempre a la altura de la cara de los niños y del entrañable extraterrestre. De esta forma, el enorme director nos situaba en la película desde una perspectiva siempre infantil.
Así las cosas, la próxima vez que veáis E.T. ya tenéis un sensacional elemento más en el que fijaros. Este Spielberg es un fenómeno.
Se sabe de hace mil años esto.