A veces se nos olvida, pero Steven Spielberg es un fenómeno. Lo cierto es que llevaba una buena temporada sin hacer saltar las taquillas por los aires, pero esta encantadora cinta llena de nostalgia provocaba que todos llenásemos las salas de nuevo, allá por 2018, para reencontrarnos con el maestro. Y es que Ready Player One es crema.
Año 2045. Wade Watts es un adolescente al que le gusta evadirse del cada vez más sombrío mundo real a través de una popular utopía virtual a escala global llamada “Oasis”. Un día, su excéntrico y multimillonario creador muere, pero antes ofrece su fortuna y el destino de su empresa al ganador de una elaborada búsqueda del tesoro a través de los rincones más inhóspitos de su creación. Será el punto de partida para que Wade se enfrente a jugadores, poderosos enemigos corporativos y otros competidores despiadados, dispuestos a hacer lo que sea, tanto dentro de “Oasis” como del mundo real, para hacerse con el premio.
Ready Player One es Spielberg en estado puro. Cinta con encanto, llena de aventuras y plagada de referencias que empiezan a ser ya hacia una cultura de la que el mismo forma parte. El filme desprende un aroma inconfundible a cine de los 80 y de los 90, pero también hacia el mundo en general de aquellos días. Una auténtica maravilla disponible en HBO Max.