Hoy conocemos a Christopher Nolan por ser el hombre que ha llevado a Batman al Olimpo del cine y que, mientras tanto nos ofrece “cositas” como Origen o El Truco Final, Interestellar o Tenet, pero hubo un día en el que el director no aspiraba a abrir las aguas del Nilo. Solo era un joven empeñado en hacer cine. Su cine. Un camino que comenzaba con la que, para muchos, sigue siendo la mejor obra de toda su trayectoria. Un alarde narrativo titulado Memento y que todos conocemos de sobra.
Con Memento el bueno de Nolan nos presentaba a un hombre intentando esclarecer la muerte de su esposa mientras lucha con el inconveniente de que cada día al despertarse olvida todo lo ocurrido la jornada anterior. Puede que sea una de las cintas más audaces de la historia del cine y también la película más honesta de la carrera del director. Eso sí, tampoco se trataba de una obra de digestión sencilla. PAra diseñar la historia, el trabajo era la mar de complejo. Las piezas del puzle tenían que encajar, lo que no resultaba tarea sencilla.
Hoy hemos querido recuperar un vídeo sencillamente espectacular. En el mismo, Christopher Nolan nos explica una película de evidente complejidad. Atentos a la forma de diseñarla.