Probablemente estemos ante una de las mejores adaptaciones cinematográficas de una novela jamás realizadas. Hablar de El nombre de la Rosa es referirse a una auténtica joya del séptimo arte. La adaptación de la famosa obra de Umberto Eco veía la luz en 1986, convirtiéndose en un clásico al instante.
Siglo XIV. Fray Guillermo de Baskerville (Sean Connery), monje franciscano y antiguo inquisidor, y su inseparable discípulo, el novicio Adso de Melk (Christian Slater), visitan una abadía benedictina, situada en el norte de Italia, para esclarecer la muerte del joven miniaturista Adelmo de Otranto. Durante su estancia, desaparecen misteriosamente otros monjes que después aparecen muertos.
Siempre es gratificante la investigación de El nombre de la rosa. No en vano, la compañía de Sean Connery y de un jovencísimo Christian Slater bien valen el viaje. Esto es un misterio y lo demás son tonterías. Para colmo, la atmósfera del filme y la puesta en escena son las guindas para paladear la excelsa cinta. Disponible en Netflix.