Pretendían demostrar que existía espacio para la esperanza, pero se ha convertido en todo lo contrario. Efectivamente, Warner y Christopher Nolan se la jugaban a lo grande estrenando Tenet en estos tiempos tan difíciles.
El panorama en plena pandemia mundial no era halagüeño: Un lanzamiento temprano en Europa, cines con medidas de seguridad disparadas y limitaciones de aforo, el miedo social… Así se plantaba en los cines una película que, para colmo, resultaba tremendamente cara. La friolera de 225 millones en producción y otros 100 en distribución y publicidad. De este modo, el coste final de Tenet se iba hasta los 325 millones largos. Un pastizal.
Con su vida comercial casi terminada, la película ronda los 310 millones de dólares. Para que Tenet empezase a arrojar beneficios a sus responsables, la cinta tendría que haberse ido por encima de los 500 millones de dólares. Y es que las compañías exhibidoras también se quedan con su parte del pastel. Así, una película que en otras circunstancias habría rozado los 1.000 millones en la taquilla mundial se quedará con un tercio de esa cifra, arrojando un saldo negativo realmente preocupante para Warner.