Se veía venir que esto iba a ser algo de otro mundo, pero lo que nos hemos encontrado incluso se ha llevado por delante nuestras expectativas. La verdad es que la mano de Rodrigo Sorogoyen es garantía de éxito. El director de Que dios nos perdone o El reino es una garantía de calidad cada vez que se pone tras las cámaras, lo que volvía a suceder de nuevo, pero en la pequeña pantalla. ¿El título? Antidisturbios.
Con la ejecución de un complicado desahucio en el centro de la ciudad como punto de partida, la serie retrata las complicaciones que se generan detrás de la malograda acción de un grupo de antidisturbios de la Policía Nacional. Con este argumento se presenta un thriller de 6 episodios de 50 minutos de duración y que se plantaba en la parrilla de Movistar+ el pasado 16 de octubre tras ganarse el aplauso generalizado con su puesta de largo en el Festival de San Sebastián.
Absolutamente todo es perfecto en Antidisturbios. El pulso que imprime Sorogoyen a sus historias es algo digno de estudio. Nadie es capaz de dotar cada plano de una tensión de tal calibre. El clima, los diálogos, las interpretaciones… la excelencia que emana cada poro de Antidisturbios noquea al más pintado. Para colmo, el desarrollo narrativo de la historia y de los personajes resulta silenciosamente atronador.
Cuando parecía que con El Reino había llegado a la cumbre de su estilo, Rodrigo Sorogoyen deja claro la serie, heredera natural del magnífico filme, que siempre puede ir un paso más allá. Antidisturbios es la mejor serie jamás facturada por la televisión española.