Que Speed nos encanta es algo difícil de ocultar. De hecho, todo buen fan del cine de acción disfruta a lo grande con una de las grandes abanderadas del género, resultado de esa mina de oro que fueron los 90. Así, mas de 25 años después del estreno de la cinta, seguimos recordándola con el respeto merecido.
A pesar de una secuela bastante flojita y a que nos veníamos manejando en el terreno de los rumores hasta ahora, lo cierto es que las cosas están cambiando de forma radical. Sin que nadie lo esperase, el director Jan de Bont hacia saltar todas las alarmas de los fans al referirse a una posible tercera entrega. Una película en la que, como no podía ser de otra forma, el tándem formado por Keanu Reeves y Sandra Bullock asumiría de nuevo el mando.
¿De qué iba Speed? Jack Traven (Reeves) es un intrépido policía de Los Ángeles. Sobrevivir en esta ciudad no es nada fácil para un agente de la ley, pero Jack, además de disfrutar de una proverbial buena suerte, conoce perfectamente los trucos para sortear el peligro. Tendrá, sin embargo, que afrontar una dura prueba cuando queda atrapado en un autobús urbano que lleva instalada una bomba programada para explotar si el vehículo disminuye su velocidad a menos de 80 kilómetros por hora. Empieza así una loca carrera por la ciudad, con Jack intentando dar confianza a la joven pasajera (Bullock) que ha sustituido al conductor, herido por los secuestradores.
Te encantará Speed, pero parece que no la has visto en mucho tiempo. El sensacional conductor es herido por un delincuente que estaba en el bus, no por los sensacionales secuestradores.