Son, sin lugar a dudas, tres de los mejores actores de la historia del cine. Veteranos, laureados, oscarizados y adorados por el público. Si uno se pusiese a configurar un reparto de ensueño, pocos nombres se encontrarían por encima de los de Robert De Niro, Morgan Freeman y Tommy Lee Jones. A pesar de que la calidad de sus películas ha bajado sustancialmente en los últimos años, lo cierto es que cada vez que se dejan caer por la gran pantalla ocurren cosas dignas de mención. El talento es algo perenne.
Así las cosas, La última Gran estafa se ha convertido en uno de los proyectos más atractivos de cara a principios de 2021. Con aires de comedia y bajo la dirección de George Gallo, la película será el remake de un filme rodado en 1982 por Harry Hurwitz y que nunca llegó a ver la luz, De hecho, George Gallo fue uno de los pocos que pudo hacerlo. Un impulso sustancial para lanzarse ahora con el filme.
¿Qué nos contará La última gran estafa? Max Barber (Robert de Niro) es un productor de cine de Hollywood de serie B. Tras el fracaso de su última película, necesita encontrar un nuevo proyecto que le permita saldar su deuda con un jefe de la mafia local (Morgan Freeman). Decide emprender la producción de una película con escenas de acción de alto riesgo, con el fin de provocar la muerte de su actor protagonista y poder cobrar así el altísimo seguro, solucionando definitivamente sus problemas económicos. El actor elegido es Duke Montana (Tommy Lee Jones), una vieja estrella deprimida con problemas con la bebida: el blanco perfecto para los planes de Max. Sin embargo, los días de rodaje van transcurriendo y Max no consigue su propósito, sometiendo a Duke a retos cada vez más peligrosos. Paradójicamente, mientras Duke va sobreviviendo escena tras escena, Max, inconscientemente, está rodando la mejor película de su carrera.