La decisión va a traer cola. En estos tiempos que corren, todos sufrimos las consecuencias de la pandemia mundial de coronavirus. Las economías de todos los países se resienten, pero algunos sectores sufren de forma especial las consecuencias. Entre ellos, la industria del cine. Especialmente, el campo de la exhibición en salas.
Los cines están pasando una crisis de épicas proporciones. Muchas salas ni sobrevivirán a la pandemia. Así, decisiones como la que acaba de tomar Disney suponen un auténtico jarro de agua fría.
Hace meses, la apuesta de Disney por lanzar Mulán en Disney+ ya provocaba una tormenta de reacciones. Los cines montaban en cólera ante la idea de coger una de las superproducciones más esperadas del año y colocarla en los hogares de todo el mundo por una cantidad de 21,99 euros. Sin embargo, a la compañía del ratón le salió realmente rentable la jugada, por lo que poco le ha importado la polémica desatada.
Peter Pan y Wendy, Pinocho y Cruella irán directas a Disney+. Tres de las adaptaciones de clásicos a imagen real más ambiciosas de Disney irán a parar directamente a la plataforma de streaming, por lo que tiene toda la pinta de que la tormenta de reacciones no se hará esperar. Se va a liar muy parda.