Demasiadas películas gloriosas de acción en los años 90. Sin lugar a dudas, aquellos fueron los días de adrenalina, persecuciones y tiroteos se elevaron a su máxima expresión. A pesar de que en estos tiempos los efectos especiales y sus avances contribuyan a que los espectáculos que disfrutamos en la gran pantalla sean más que potentes, lo cierto es que no parece que el cine de acción pueda volver a volar tan alto como en una década de los 90 espectacular. Un tiempo en el que casi era extraño encontrarse un filme del género que no nos atrapase.
Como es lógico, muchas eran las estrellas del cine de acción que proliferaban entre tanta explosión. Un terreno en el que tipos como nuestro adorado Sylvester Stallone se manejaban como pez en el agua. Eso sí, el hecho de que las propuestas fuesen tantas ha provocado que algunos divertimentos del calibre de Máximo Riesgo hayan caído en el olvido.
A un experimentado alpinista de un equipo de salvamento (Stallone) la muerte de una persona durante un rescate le produce una depresión tan profunda que decide retirarse. Pero el accidente de un avión, secuestrado por una banda criminal, en plena montaña le obligará a realizar la misión más difícil y peligrosa de su vida.
Era trepidante y muy divertida. Máximo riesgo de plantaba en los cines de todo el mundo en 1993, ofreciéndonos un tour de adrenalina de casi dos horas en las que no se perdía ritmo ni un solo minuto. De hecho, la cinta lograba tres candidaturas a Oscars técnicos. Un filme en el que no faltaban momentos memorables y que hoy hemos querido recuperar por méritos propios. Da gusto lo disfrutable que sigue siendo Máximo Riesgo.