Carta a nuestros lectores

 

Golpe a golpe, verso a verso”. De ese modo lírico en el que sólo él sabe hacerlo, Serrat nos explica lo que es la vida con un par de sustantivos y una preposición. El camino no es sencillo. A veces toca ser feliz y otras no queda más que encajar el golpe. Ojalá los escollos no fuesen tantos y pudiésemos vivir una plácida existencia desde el primer momento que vemos la luz hasta que todo se apaga. Desgraciadamente, no es así de fácil. Lo bueno y lo malo nos va esculpiendo para convertirnos en las personas que somos.

A veces toca crecer de golpe, como le pasaba al protagonista de Big. Entonces nos encontramos con un corazón pequeño y vulnerable dentro de un cuerpo que nos va grande. Un shock de épicas proporciones que requiere de adaptación. Da igual que nos guste o no, porque no queda otra. Hay que correr contra el viento, como Rocky. Hay que bailar, como Billy Elliot. Si hay que cavar un túnel para escapar, se hace aunque sea con una cuchara. Que le pregunten al Andy Dufresne de Cadena Perpetua si se puede.

Veremos el cine y la vida a tres, a dos o a una butaca de separación. Entonces un día, casi sin darnos cuenta, estaremos juntos de nuevo. Será antes de lo que todos imaginamos. Nos hemos dejado mucho y a muchos por esta senda que todavía no ha llegado a su final. Las cosas no serán iguales y tampoco lo seremos nosotros. Sin embargo, queridos amigos, hay una realidad inapelable que cualquiera puede constatar: Nunca llovió que no parase. Y nos daremos cuenta de que este 2020 que dejamos a nuestras espaldas no ha sido tan distinto como pensábamos, ni tan diferente a otros años. Hemos sufrido y llorado, pero también hemos reído, hemos abrazado, hemos querido y hemos soñado. Hemos dicho adiós, pero también hola. Hemos besado y nos han besado. Porque el mundo es eso y no hay nadie ni nada que nos lo pueda arrebatar.

Somos los 300 en el paso de las Termópilas y los Rohirrim cabalgando por los campos del Pelennor. Somos los escoceses arengados por William Wallace y la teniente Ripley poniendo en su sitio a los xenomorfos. Somos Han Solo lanzándose con su Halcón Milenario contra la Estrella de la Muerte y somos “oh Capitán, mi capitán”. ¡Yo soy Iron Man!¡Yo soy Espartaco! Yippee Ki Yay, hijo de puta. ¡Feliz 2021!