En el siglo XIV, los escoceses viven oprimidos por los gravosos tributos y las injustas leyes impuestas por los ingleses. William Wallace es un joven escocés que regresa a su tierra después de muchos años de ausencia. Siendo un niño, toda su familia fue asesinada por los ingleses, razón por la cual se fue a vivir lejos con un tío suyo.
El miedo en el cuerpo es lo que le metió Mel Gibson a los ingleses. Braveheart se hacía con un carro de Oscars allá por el año 1995. No es de extrañar, ya que la épica se elevaba a niveles desconocidos en una cinta idolatrada por muchas generaciones de espectadores. Pocas películas hay como Braveheart, pero también pocos momentos como ese en el que William Wallace arenga a las tropas escocesas. Si con esto no te dan ganas de coger un mandoble y enfundarte un Kilt…