Parecía que las cosas estarían mejor a estas alturas, pero nada más lejos de la realidad. Cualquier cosa que digamos sobre la terrible pandemia mundial del coronavirus y sus consecuencias está de más. El desastre sanitario es incuestionable, como el económico. Sin lugar a dudas, uno de los sectores más afectados por todo es el del cine. Las salas ven pasar los meses entre condiciones de seguridad que espantan a los espectadores y la ausencia de estrenos potentes. Tenet se la jugó y fracasó. Cuatro meses después, Wonder Woman 1984 hizo lo mismo y el batacazo resultó todavía mayor.
Muchos de los grandes estrenos cancelados el pasado año y retrasados a la primavera de 2021 están en serio peligro. Morbius ha sido la cinta encargada de abrir la veda. La película tenía que llegar a las salas a finales de marzo, pero en Sony han comunicado ya que el famoso villano de Spider-Man no se estrenará hasta el mes de octubre. El primer paso de lo que promete ser otra impresionante cascada de retrasos.
Sea como fuere, mientras se suministras las vacunas contra el coronavirus en todo el mundo, la esperanza es que los lanzamientos cinematográficos más esperados se fijen en verano o principios de otoño, unos tiempos en los que el mundo podría empezar a parecerse a lo que recordamos.