Por cintas como esta es uno de los grandes maestros del suspense y el terror. Aá por el año 2002 y después de habernos noqueado con El sexto sentido y El protegido, el bueno de M. Night Shyamalan presentaba Señales, una cinta de ciencia ficción en la que Mel Gibson se enfrentaba a unos hostiles extraterrestres. En un ejercicio de intriga inolvidable, Shyamalan firma otra película con un final tan sorprendente como arriesgado. Creativos de sello propio y estilo tan personal merecen mayor respeto, sobre todo si firman cintas de tal potencia.
Uno de los elementos que hacían especial a Señales era su acertadísima pareja de protagonistas. Mel Gibson y Joaquin Phoenix ponían todo su talento (que no es poco) al servicio de la empresa, lo que se traducía en sensacionales interpretaciones. Sin embargo, M. Night Shyamalan tenía clara su pareja de protagonistas antes de firmar a los dos actores.
De haberse cumplido sus deseos, Paul Newman y Mark Ruffalo habrían dado vida a los dos personajes principales de Señales. Desgraciadamente, el inolvidable actor rechazaba la propuesta. Eso provocaba una modificación en la edad del reverendo Graham Hess para convencer a Mel Gibson y el consiguiente cambio para su hermano. Cierto es que no podemos negar lo glorioso del reparto final, pero imaginar a Paul Newman como protagonista ya es toda una delicia.