Pocas películas como esta. Situada en 1936, Don Gregorio enseñará a Moncho con dedicación y paciencia toda su sabiduría en cuanto a los conocimientos, la literatura, la naturaleza, y hasta las mujeres. Pero el trasfondo de la amenaza política subsistirá siempre, especialmente cuando Don Gregorio es atacado por ser considerado un enemigo del régimen fascista. Así se irá abriendo entre estos dos amigos una brecha, traída por la fuerza del contexto que los rodea.
No se habla lo suficiente de lo buena que es La lengua de las mariposas. Dentro de la fiebre que pillamos en este país hace unos años con la Guerra Civil, probablemente esta sea la película más elegante, sobria y conmovedora. La relación maestro-alumno entre el enorme Fernando Fernán-Gómez y el joven Manuel Lozano nos regala noventa minutos portentosos de cine culminados con un final tan crudo como lírico que pone la piel de gallina solo con recordarlo.