Es la gran sitcom de la historia de la televisión. “Esto me recuerda a aquel capítulo de Friends en el que…”. ¿Cuántas veces hemos empezado así una frase? Tras diez temporadas en antena y después de romper todos los récords de audiencia, la sensacional Friends se despedía del público allá por 2004. Después de 236 episodios, el Central Perk cerraba sus puertas con el honor de haber marcado a varias generaciones de seriéfilos.
Resulta realmente difícil no estar eternamente agradecidos a Chandler, Rachel, Monica, Ross, Phoebe y Joey por tantos ratos grandiosos, pero también a la larga nómina de grandes intérpretes que se dejaron caer por la serie, regalándonos otros tantos momentos inolvidables. Capítulos recordados con sumo cariño por protagonistas y público. Sin embargo, uno de esos ilustres cameos resultó horrible de rodar.
Michael Lembeck, uno de los grandes directores de la serie (dirigió más de 20), relataba en una entrevista para The Hollywood Reporter los incómodos momentos que tuvo que vivir a consecuencia de la actitud de Jean-Claude Van Damme. Y es que, al parecer, el actor fue muy poco profesional y se plantó en el set sin estar preparado, hasta el punto de que varias de sus escenas se cayeron del montaje final.
“Independientemente de su arrogancia, la historia que quiero compartir es otra: primero rodamos con él y Jennifer Aniston. Ella se acercó a mí en un momento y me dijo: «Lem, Lem, ¿podrías hacerme un favor y pedirle que meta su lengua en mi boca cuando me esté besando en escena?» Entonces me acerco a él y le digo que todo está bien, pero que es un plano poco relevante, así que quizás no necesitamos que haga eso. Luego tuvimos que rodar otra escena con Courteney. Al terminarla viene Courteney caminando hacia mí y diciendo: «Lem, ¿podrías decirle que no ponga su lengua en mi boca?» ¡Yo no me lo podía creer! Tuve que decírselo de nuevo, pero con más seriedad”.
Así las cosas, Jean-Claude Van Damme no es recordado con demasiado cariño por su participación en Friends.