Larga vida a Borgen. Es curioso como la nacionalidad de una serie puede jugar en su contra. La ficción danesa es, sin lugar a dudas, una de las mejores de la historia de la pequeña pantalla. No sería ninguna locura compararla con Los Soprano o The Wire. Y es que Borgen vuela tan alto que casi se roza con el sol.
Tres temporadas y treinta episodios magistrales. Eso es lo que nos dejaba este brutal drama político que veía la luz allá por el año 2010 y que nos llegaba directamente desde Dinamarca. A pesar de las joyas televisivas sobre el poder (El ala oeste de la Casa Blanca, House of Cards, Succession) que nos hemos encontrado en los últimos años, ninguna es comparable a este relato, audaz a niveles fuera de lo común. Un clásico que reclama un hueco en la historia a la altura de su nivel y que podemos disfrutar desde ahora todos en Netflix.
Estamos ante serie que narra el ascenso de la carismática Birgitte Nyborg al puesto de Primera Ministra de Dinamarca, y de la influencia del poder en su vida profesional y personal. Borgen es el nombre común con el que se conoce el castillo de Christiansborg donde se encuentran los tres poderes del estado danés: el parlamento, la oficina del Primer Ministro y la Corte Suprema.
Con un desarrollo de personajes incomparable y con tramas más que cuidadas, Borgen es el plan ideal para cualquiera que anhele la sensación de estar completamente enganchado a una serie.