Son cinco temporadas (a la espera de la sexta y última), pero ya podéis apostar a que, una vez dentro, viviréis apurando cualquier otra actividad para llegar cuanto antes a Netflix. Difícilmente se puede encontrar en la pequeña pantalla algo que mole más. Peaky Blinders es una de las mejores y más adictivas series de la historia de la televisión. Los Shelby nos han dado ya muchos capítulos gloriosos, pero todavía quedan unas cuantas historias oscuras en su compañía.
Una familia de gánsters asentada en Birmingham tras la Primera Guerra Mundial (1914-1918), dirige un local de apuestas hípicas. Las actividades del ambicioso jefe de la banda llaman la atención del Inspector jefe Chester Campbell, un detective de la Real Policía Irlandesa que es enviado desde Belfast para limpiar la ciudad y acabar con la banda.
Tramas adictivas, estilo a raudales, violencia, una puesta en escena espectacular y unos actores que se salen. Eso es lo que nos ofrece Peaky Blinders. ¿Se le puede pedir algo más a una serie? Seguramente no. Además, cada temporada consta únicamente de seis episodios de una hora de duración. Los Shelby molan mucho y, si no lo sabías ya, estás a punto de descubrirlo.