Gracias a un anuncio de Facebook, se me presentó la oportunidad de conocer esta curiosa producción: un cortometraje rodado por entero con un iPhone 5. Si os digo la verdad, esto me maravilla porque soy de esos seres que son capaces de hacer -casi- cualquier cosa con el ordenador, pero apenas una llamada con el móvil y, si me apuráis, toquetear los botones con torpeza para navegar en esa pantalla tan dolorosamente minúscula.
Pero hay alguien, sin embargo, que no solo es capaz de manejar su smartphone con soltura, sino ¡de producir una película! Ese alguien es Conrad Mess y os estoy hablando de “The Other Side“, un corto del que ya os comenté algo cuando todavía era un proyecto inacabado. El propio director hizo el esfuerzo de compartirlo a través del Facebook de Alucine y lo cierto es que pasó un poco desapercibido; menos mal que soy de echar un vistazo a los comentarios y lo he rescatado para echarle ese vistazo que tanto deseaba.
“The other side”, corto de Conrad Mess rodado con un iPhone 5
Pues bien, dicho esto, no me queda más que comentar lo que me ha parecido a mí “The Other Side” y lo dividiré en dos partes: la técnica y la argumental, como se hace, en general, solo que en esta ocasión está mucho más justificado. Empecemos por lo que veo más flojo.
La historia de “The Other Side” es una creación original de Marina Gómez. Yo solo la he visto adaptada en el corto y no sé cómo lo han hecho, sin la han respetado o si han modificado cuanto han querido, pero lo cierto es que apostaba mucho en la idea de esta joven barcelonesa, sobre todo porque nació en el 73 y si se está dedicando a la escritura es lógico pensar que conoce el bagaje cultural del género por el que se mueve. Ingenuamente supuse que se apartaría de la previsibilidad, pero me equivoqué: la historia es muy sencilla y cualquiera es capaz de anticiparse al final. Una madre se ha convertido, por razones que no se explican, en vampira (que no vampiresa) y necesita sangre; para ello mata a su marido e intenta atrapar a sus dos hijas. En 17 minutos que dura más o menos el corto podría haber tenido lugar un despliegue de los personajes, las caracterizaciones y, por supuesto, los giros reservados a los espectadores mucho más eficiente. La calidad narrativa del cortometraje es baja.
Sin embargo, no estamos ante una película donde lo que más importa es su guión: que sí, que es un aspecto importante, pero aquí lo que se está resaltando es la producción con el iPhone5 y los fondos diseñados por ordenador (CGI background). Esto sí que es impresionante y demuestra que el talento no está lejos de nosotros. Me gusta mucho la construcción de los ambientes y aunque soy más de exteriores, la casa, especialmente la habitación de las niñas me ha parecido sobrecogedora y, desde luego, no querría estar allí. Bien usada la técnica de realzar solo un color y, en este caso, como no podía ser de otra manera, el de la sangre. Acertada la propuesta, aunque un poco excesiva para mi gusto.
Deberían estimular más propuestas como ésta porque, creo, apenas necesita mejoras para dedicarse a proyectos de mayor calibre. Si tengo que ponerle una pega a la parte técnica sería, por supuesto, el sonido. Esto es lo que está menos logrado: las voces de los personajes, en especial la de la niña pequeña, están muy forzadas y los sonidos de ambiente -golpes en las puertas, pasos o demás- parece que se resisten a pegarse adecuadamente al vídeo.
En general me ha gustado la experiencia y considero que Conrad Mess es un mago en lo suyo, que es manejar el iPhone y trabajar los efectos a ordenador, que son una gozada e imagino que le casan a la perfección a cualquier cuento de Poe. En la dirección, no obstante, también lo veo flojear. Los actores no han dado lo mejor de sí mismos -aunque lo han intentado, de eso no me cabe la menor duda- y a veces tienen intervenciones muy teatrales y poco naturales, como si actuaran tan solo porque es lo que toca y no lo que les sale.