Seguramente Green Room no sea una de las películas más conocidas de los últimos años, pero sí una de las grandes joyas. De hecho, después de verla, todo os va a parecer poca cosa al lado de su descomunal propuesta. Ojo, porque pocas joyas de lo salvaje vais a encontrar comparables.
Tras presenciar un asesinato en un bar, los miembros de una banda de música punk son encerrados en una habitación del local por los autores del homicidio: una pandilla aterradora de neonazis que reivindican la supremacía blanca. Su líder es el dueño del bar (Patrick Stewart), un tipo que no quiere dejar testigos de lo sucedido. Van a pasarlas realmente canutas.
Las mejores esencias vienen en tarros pequeños. De vez en cuando aparecen maravillas en nuestras carteleras que, pese a carecer de una promoción que les de la suficiente visibilidad, bien merecen que les dediquemos toda nuestra atención. Green Room es un ejemplo perfecto. Una cinta ya disponible en Amazon Prime Video.