Son décadas derrochando carisma ante la gran pantalla y un talento fuera de lo normal detrás de ella. Ponerse a enumerar obras maestras con el sello de Clint Eastwood en cualquier vertiente se antoja innecesario. Eso sí, no se puede dejar pasar la oportunidad de decir que, después de todo este tiempo, cuando parece que baja su nivel, siempre nos cierra la boca con películas tan maravillosas como Mula.
A Earl Stone (Clint Eastwood), un octogenario que está en quiebra, solo, y que se enfrenta a la ejecución hipotecaria de su negocio, se le ofrece un trabajo aparentemente fácil: sólo requiere conducir. Pero, sin saberlo, Earl se convierte en traficante de drogas para un cártel mexicano, y pasa a estar bajo el radar del agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper).
Ya no contábamos con volver a verle en pantalla. Mula era todo un regalo (aunque todavía tendremos más Eastwood en Cry Macho). Una de esas cintas que no necesita ganar media docena de Oscars para convertirse en obra imprescindible, como ya ocurriese con Gran Torino. El trabajo del viejo Clint es, nuevamente, una demostración de que siempre ha sido mucho más actor de lo que algunos piensan. Disponible en Netflix, Prime Video y HBO Max.