Alex J. Murphy, agente de policía de Detroit, es asesinado en acto de servicio. Para acabar con la delincuencia en la ciudad, las autoridades aprueban la creación de una máquina letal, mitad robot, mitad hombre, a la que llaman RoboCop, y para fabricarla utilizan el cuerpo de Murphy. El experimento parece un éxito, pero el policía, a pesar de estar muerto, conserva la memoria y decide vengarse de sus asesinos.
Con este argumento, allá por 1987, Paul Verhoeven se sacaba de la manga una de las cintas más icónicas de la década. El sensacional director hacía de RoboCop un clásico de la ciencia ficción. Ni secuelas, ni reboots. Aquella cinta original es incomparable Peter Weller siempre será nuestro RoboCop.
Mucha llovido desde aquellos días y muchos son los proyectos que lleva a sus espaldas. A sus 73 años, Peter Weller nunca ha dejado de trabajar. Eso sí, su carrera nunca lucía como cabría esperar. Una lástima para un intérprete más que solvente. Casi 35 años han pasado desde RoboCop y así ha tratado el tiempo al inolvidable actor.