Un niño que pertenece a una tribu primitiva graba en su memoria los rostros de los guerreros que han exterminado a su familia y a él lo han vendido a unos mercaderes de esclavos. Años después, el joven se ha convertido en un forzudo y valiente guerrero.
La leyenda comenzaba. Pocos podían imaginar que aquella inmensa masa de músculos iba a convertirse en una de las mayores estrellas de la historia del cine. Arnold Schwarzenegger, un austriaco de apellido impronunciable se convertía en el rostro de carne y hueso en la adaptación del cómic de Robert E. Howard, Conan, el Bárbaro. Era la primera vez que el gran público se encontraba de frente con el bueno de Arnie.
Era el año 1982 y Conan, el Bárbaro se convertía en una de las cintas abanderadas de la prodigiosa década. Una cinta enorme ahora disponible en la parrilla de Disney+.