Pocos o ninguno se le pueden comparar en talento. Seguro que nadie se atreverá a discutir que Edward Norton es uno de los grandes talentos que ha visto el cine en sus más de cien años de historia. El sensacional intérprete irrumpía en escena allá por 1996 con su papel de Aaron Stampler en Las dos caras de la verdad. Su trabajo de debut le valía la primera nominación al Oscar de su carrera, comenzando así un periplo que prometía ser triunfal, pero que ha estado plagado de altibajos durante más de veinte años.
La llegada de American History X venía a confirmar que Edward Norton era muy grande, pero también muy conflictivo. Demasiado…
La propia American History X se convertía en uno de los problemas de su carrera. Cambios en el guion y en el montaje final le granjeaban la antipatía del director, comenzando a ganarse cierta fama de egocéntrico y narcisista. Edward Norton no era uno de esos tipos a los que se les diese bien obedecer órdenes.
A sus 51 años, son tres las ocasiones en las que ha aspirado al Oscar. La última, con la sensacional Birdman (2014). Sin embargo, el premio se le sigue resistiendo a un excelso intérprete que pide a gritos el reconocimiento que siempre mereció.