Es un género curioso el de la fantasía. Aquí no caben medias tintas: O lo tienes todo o no consigues nada. Los fans del género tienen un paladar fino y para alcanzar a sectores del público menos afines, hace falta dar buen material. Eso si, cuando lo que te encuentras es una joya y te dejas atrapar, te conviertes en auténtico devoto. Y precisamente hordas de fans es lo que está logrando crear Sombra y hueso.
Fuerzas siniestras conspiran contra una joven soldado cuando descubre un poder mágico que podría unir a su mundo en una fantasía de esas que cortan la respiración. Una mina de oro de historia, y que en manos de Netflix se ha convertido en la serie fantásticas que todos nos merecíamos después de decepciones del calibre de The Witcher. Los que estén familiarizados con la novela de Leigh Bardugo, en la cual se basa la serie, saben perfectamente que nos hemos encontrado algo genial, pero que el futuro es prometedor.
Un mundo fantástico, intrigas, puesta en escena sensacional, épica… Efectivamente, todo lo que llevábamos tiempo pidiéndole a una serie ha aparecido en Sombra y Hueso. La serie más ambiciosa de la historia de Netflix es sensacional. De hecho, tiene toda la ponta de que vamos a disfrutar a lo grande durante los próximos años.