Era un último clavo ardiendo al que agarrarse, pero acaba de desaparecer. Lo de la carrera de Johnny Depp a lo largo de los últimos tiempos estaba mostrando una seria tendencia al hundimiento. Cierto es que el actor había perdido ya gran parte de sus sintonía con el público, pero los grandes estudios seguían apostando por su indiscutible talento. Los últimos años no eran nada fáciles para el actor, pero las denuncias por malos tratos de su ex mujer, Amber Heard, suponían un duro golpe. Su carrera quedaba herida de muerte.
Así las cosas, las opciones del actor para regresar a lo más alto se reducían drásticamente. Despedido de Animales Fantásticos y con las puertas de Disney cerradas, el tipo que acudía a su rescate era el director que siempre ha sacado lo mejor de él: Tim Burton. La relación creativa y la amistad entre ambos es incuestionable. Así, Burton decidía apostar por Johnny Depp para convertirse en uno de los protagonistas de La familia Addams.
Desgraciadamente, lo que parecía una última oportunidad ha terminado resultando un drama. Y es que Netflix, la plataforma responsable de la serie, ha bloqueado toda posibilidad de que Johnny Depp sea uno de los protagonistas de la ficción. No quiere ni que les roce la polémica del actor con su ex mujer, de modo que Depp se queda sin una serie que apuntaba a ser su tabla de salvación.