Los fans estábamos de lo mas ilusionados ante la perspectiva del regreso de Saw, pero la cosa no ha funcionado como se esperaba. Desde que conocimos el proyecto de desarrollar un reboot de la terrorífica saga, los fans del terror empezamos a tachar días en el calendario. Y es que la cosa pintaba bien, pero ha quedado lejos de convencernos.
Más allá del talento de tipos como Chris Rock o Samuel L. Jackson, este reinicio de la saga iniciada por James Wan no aporta nada. Hace mucho que la formula de Saw dejó de impresionarnos. Todo funciona con piloto automático en medio de situaciones que, más que generar tensión, dan grimilla. Ni rastro queda del juego psicológico con el que la primera entrega nos engatusó. Ciertoe s que Saw: Spiral no es un desastre y que se deja ver, pero todos esperábamos una apuesta distinta que nos sirviese para reconectar.
¿De qué va Saw: Spiral? Trabajando a la sombra de un policía veterano (Samuel L. Jackson), el intrépido detective Ezekiel “Zeke” Banks (Chris Rock) y su compañero novato (Max Minghella) toman las riendas de una investigación relacionada con una serie de asesinatos que albergan ciertos paralelismos con el sangriento pasado de la ciudad. A medida que profundiza en el misterio, Zeke descubre que él mismo se ha convertido en el epicentro del macabro juego del asesino.