Parecía imposible estar a la altura de la sensacional primera entrega, pero John Krasinski ha vuelto a lograrlo. En el año 2018, Un lugar tranquilo entraba en nuestras vidas para dejarnos completamente noqueados. La cinta se convertía en una obra maestra del terror moderno. Emotiva, trepidante, espeluznante y con un armazón sensacional de ciencia ficción. Con esos ingredientes y con el público entregado, a nadie le extrañó que pronto se diese luz verde a una secuela. Lo que no podíamos imaginar es que fuese a resultar tan brillante.
Tras los fatales acontecimientos sucedidos en la primera parte, la familia Abbot (Emily Blunt, Millicent Simmonds y Noah Jupe) debe enfrentarse a los peligros del mundo exterior mientras luchan en silencio por sobrevivir. Forzados a aventurarse en lo desconocido, pronto se dan cuenta de que las criaturas que cazan orientadas por el sonido no son la única amenaza que acecha más allá del camino de arena.
Con ese argumento se presenta Un lugar tranquilo 2. El mundo postapocalíptico de la primera entrega se abre más allá de la granja, para mostrarnos la deconstrucción del mundo y de sus habitantes en todos los sentidos. Asfixiante a niveles desmedidos, trepidante y magníficamente interpretada, Un lugar tranquilo 2 se convierte en una de las mejores películas del año. Da gusto sentarse en una sala de cine para encontrar propuestas así.