Es una maravilla y no nos vamos a cansar de decirlo. En estos tiempos en los que la originalidad brilla por su ausencia, una compañía tan conservadora en lo creativo como Disney decidía jugársela tomando como punto de partida la figura de una de las villanas más ilustres de sus clásicos animados. No sería exagerado hablar de Cruella como la mejor película dentro de las exitosas adaptaciones a imagen real de los clásicos de Disney. La compañía del ratón nos ofrecía su cinta más arriesgada y audaz con la versión de carne y hueso de la inolvidable villana de 101 dálmatas. Un personaje elevado a los altares gracias al excelso trabajo de Emma Stone.
Ya hace días llamaba nuestra atención el pobre desarrollo en taquilla de la película. Con un coste cercano a los 200 millones de dólares, la película no despegaba en las salas. Cierto es que influye el poder ver la película vía Disney+ por 21,99€ y que la factoría del ratón está encontrando gran rentabilidad en esa maniobra (ganan dinero, pero también aumentan sus suscriptores). Sin embargo, lo adulto y arriesgado de la propuesta parece haber sido el detalle determinante.
A día de hoy y con su vida comercial cerca de llegar a su fin, la película acumula 160 millones de dólares alrededor de todo el mundo. Una cifra realmente pobre. Esperemos que el público empiece a reaccionar para evitar que Cruella termine convertida en una decepción económica, lo que sería realmente injusto.