Esta no la vimos venir. A pesar de que el cine español lleva tiempo apostando fuerte por la comedia, lo cierto es que se había entrado en una dinámica de producciones bastante pobres, hasta el punto de que el público empezaba a dar síntomas de agotamiento. En ese contexto se plantaba en las salas Operación Camarón, una película que llevaba tiempo esperando fechas propicias de estreno, tras los retrasos a consecuencia de la pandemia mundial de coronavirus. Una cinta con apariencia de no aportar demasiado, pero que bien se merece una seria reivindicación.
Desconocido en el mundo del hampa, con aspecto de pringado y dotes de concertista clásico, Sebas, un policía novato, es perfecto para una peligrosa misión: infiltrarse como teclista en ‘Los Lolos’, una banda hortera de flamenco-trap que va a tocar en la boda de la hija de un traficante local…
Operación Camarón es divertida, pero sin caer constantemente en el gag. Al mismo tiempo, la película de Carlos Therón es entretenida, encantadora y con un ritmo espléndido. Una comedia de las que no se ven todos los días y que viene a poner de nuevo en valor el poder del género dentro de la industria española.
Así las cosas, que la apariencia de “otra comedieta española más” no os impida ver el bosque. Operación Camarón es de las mejores comedias de los últimos años y ofrece 105 minutos de un disfrute incomparable. Así da gusto.