Hay cosas realmente difíciles de explicar. A pesar de que el siglo XXI ya está bastante entradito, lo cierto es que hay lugares te parecen vivir cien años atrás. Especialmente grotesco es lo que se está viendo en los últimos tiempos en Hungría. De la mano de Viktor Orbán, la deriva te está tomando el país resulta francamente preocupante en muchos aspectos. Especialmente llamativo es el tema de la cruzada contra la homosexualidad que se está viviendo. Europa debería empezar a tomar medidas serias, ya que resulta inaceptable ver estas cosas en el corazón del viejo continente.
La última tiene como protagonista a la serie Friends. Un texto legal califica como no apta para menores de 18 años la ilustre sitcom al “promover la homosexualidad”. Los menores húngaros no podrán ver tren como consecuencia de la nueva ley homófoba del país. Ver para creer.
A pesar de que las principales cadenas televisivas de Hungría lo considera un grave ataque a la libertad de expresión, lo cierto es que no parece que Viktor Orbán tenga ninguna intención de dar marcha atrás. Completamente lamentable.