Son tiempos realmente duros para la industria del cine. A pesar de que teníamos muchas esperanzas puestas en este verano con las vacunas para el coronavirus y con un potencial regreso a la normalidad, lo cierto es que los grandes estrenos de cine siguen enfrentándose a una situación muy complicada: El público no vuelve a las salas. Muchas son las cintas que se están resintiendo con taquillas muy inferiores a las que harían un par de años atrás. Eso sí, casos como el de Reminiscencia no se ven todos los días.
Ya ha presentado su candidatura a convertirse en uno de los mayores fracasos de la historia del cine. La película de ciencia ficción protagonizada por Hugh Jackman le costaba a Warner 70 millones de dólares, a lo que había que sumar otros 30 distribución y publicidad. La compañía y va retrasando una y otra vez el estreno de la cinta. La idea era que pudiese moverse alrededor de los 150 millones de recaudación solo en Estados Unidos en tiempos de normalidad, pero la película se ha pegado una leche de las que se recuerdan durante mucho tiempo.
Después de dos semanas en cartel, Reminiscencia ni alcanza los 4 millones de dólares recaudados en suelo americano. Un patinazo en toda regla se podía convertir la cinta uno de los mayores desastres económicos de la historia del séptimo arte. No lo vimos venir.