Vamos a ser sinceros: Ya la hemos visto tres veces. La plataforma de streaming es especialista en facturar exitazos, lo que volvía a repetirse por enésima vez hace más de dos año. Y es que los responsables de House of Cards, Narcos, Stranger Things o Por 13 razones se la jugaban con un proyecto que, sobre el papel, tenía pintaza, lo que pronto terminaba por confirmarse muy pronto.
Su título es Godless y se trata de un western puro. Frank Griffin (Jeff Daniels) es uno de los criminales más peligrosos del oeste. Sin embargo, ni él ni su pandilla de delincuentes olvida la traición de Ray Goode (Jack O´Connell), uno de sus miembros y al que siempre protegieron como a un hijo. Y es que el joven Ray ha decidido darse a la fuga y esconderse en una ciudad minera de Nuevo México, en la que las mujeres son las que cortan el bacalao y en la que conocerá a Alice Fletcher (Michelle Dockery). Sin embargo, la banda de Griffin no tardará en presentarse en el lugar…
El western es el único género puramente cinematográfico. Desde tiempos inmemoriales, las convenciones del mismo se han ido reinventando gracias a pintas tan audaces como aquella inolvidable El hombre que mató a Liberty Valance (acercamiento a la creación de un Estado) o Sin perdón (la granja abanderada del western crepuscular). Precisamente en esa liga juega Godless. Yo es que el papel de la mujer dentro del género nunca había sido demasiado reseñable, con permiso de Joan Crawford en Johnny Guitar. Sin embargo, en la serie de Netflix el rol femenino mutaba radicalmente. Ellas se asumían el peso de enfrentarse al sensacional forajido de Jeff Daniels.
Siete capítulos con todos los ingredientes del western clásico es lo que Netflix nos nos ofrecía a finales de 2017. Steven Soderbergh era el responsable de una serie absolutamente brillante y en la que cada pieza funcionaba a la perfección. Fondo y forma llegaban a lo más profundo en una producción de brillante puesta en escena. Cada personaje, cada plano… Todavía se nos ponen los pelos de punta recordando ese momento entre “sombras” de Scott McNairy. Y es que Godless se convierte en lo mejor que nos ha dado el western desde Sin Perdón y en un auténtico alegato feminista. Imprescindible.