No ha funcionado como se esperaba, pero no por responsabilidad de la película. La pandemia mundial de coronavirus obligaba a retrasar centenares de estrenos cinematográficos para evitar el desastre económico. Una dilación aproximada de año y medio en la mayor parte de los casos, en busca de mejores tiempos para la taquilla. Un momento que parecía llegar este mismo verano, con varias grandes producciones apostando fuerte. Desgraciadamente, la cosa ha sido muy diferente a lo esperado.
En Disney decidían ir sobre seguro, apostando por nombres de esos que nunca fallan. Y es que Dwayne Johnson y Emily Blunt eran las estrellas de su proyecto más ambicioso. El actor es el tipo más rentable de la industria, mientras Blunt es una de las actrices de moda. Ambos eran los protagonistas de Jungle Cruise
En este caso, como ocurriese con Piratas del Caribe, una atracción del parque temático era el origen del filme. En el mismo, Dwayne Johnson interpretaba a un capitán de barco. A su lado, Blunt daba vida a una científica que se interna por un río a través de la jungla en su búsqueda de un árbol con poderes curativos. Ese es el caldo de cultivo para una cinta cargada de acción y aventuras, que desprendía el inconfundible aroma del éxito, pero que nos dejaba fríos con su taquilla.
En Disney tienen claro que las causas del patinazo son únicamente imputables al contexto. Así, la compañía del ratón ha decidido dar luz verde a una secuela en la que todo el equipo repetirá para sacarse la espinita de esta primera entrega. Muy pronto tendremos Jungle Cruise 2 y promete ser genial.