Ha llovido mucho desde 2017. Tras deleitarnos con una primera película gloriosa, Guardianes de la Galaxia Vol. 2 lograba igualar el nivel de su predecesora. A base de acción, humor y emoción, la fórmula de James Gunn resultaba un nuevo y merecido exitazo para una saga que comenzaba a esbozar algunos de los detalles principales de la futura tercera entrega. Una cinta que llegará el 5 de mayo de 2023.
Uno de los elementos que más llamaban la atención lo encontrábamos en una de las escenas post-créditos del filme. En ella, Ayesha (Elizabeth Debicki) comenzaba a trazar su venganza contra unos Guardianes de la Galaxia a los que no puede ver ni en pintura. La líder de la gente soberana se ganaba unos instantes al finalizar la película. En los mismos, la mujer de mostraba el proceso de creación de lo que ella misma calificaba como el arma definitiva. Adam era el nombre que le otorgaba al ser escondido en la cápsula de crecimiento.
Para aquellos que estén familiarizados con los cómics, Adam es un humano perfecto que, tras ser creado artificialmente, incluso logra hacerse con una de las Gemas del Infinito. Su poder se desata convirtiéndose en un individuo conocido como Warlock. Ahora ya hemos sabido que Adam Warlock estará en el filme y que llevara el rastro de Will Poulter. Así, tiene toda la pinta de que nos encontraremos con un tipo llamado a convertirse en una de las grandes figuras de la saga, ya que aterrizará como villano, pero pronto se convertirá en un nuevo miembro de los Guardianes.
¿Ahora cobra sentido? Para los que solamente conocen el MCU y no saben nada de comics, quizá.
Y no, Adam Warlock jamás ha formado parte de los Guardianes de la Galaxia. Si se hubieran apurado (y no se hubiera atravesado la maldita pandemia) pudieron haberlo presentado para Endgame, igual que en los cómics. Su presencia ahorita ya no tiene mucho sentido.