Hay que reconocer que estábamos un poco asustados. A pesar de que Denis Villeneuve se ha sacado de la manga una obra maestra moderna con Dune, la cierto es que la película es café para los muy cafeteros. No se puede decir que hablemos de una cinta demasiado accesible para gran público, de ahí nuestro temor a que su secuela no llegase a tener luz verde.
Con la crítica rendida a sus pies, la taquilla era el elemento determinante para saber si donde tendría una segunda entrega. Por suerte, los espectadores han reaccionado de una forma más que positiva.
Después de varias semanas logrando un relativo éxito en la mayoría de los mercados del mundo, Dune se plantaba en las taquillas americanas. Un examen final más que exigente y del que la cinta ha salido victoriosa. A pesar de lanzarse simultáneamente en HBO Max, el público ha querido disfrutar en masa de Dune en pantalla grande. Así, la película se hacía con el primer puesto del box office gracias a unas espectaculares 40 millones de dólares recaudados. Una cifra sensacional, sobre todo teniendo en cuenta el difícil contexto.
A día de hoy, con una vida comercial por delante todavía interesante, la película recaudado 220 millones en total, con un coste de 165. Así las cosas, en Warner Bros ya han decidido que Dune es lo suficientemente rentable como para darle luz verde a una nueva entrega.