Nunca ha sido tipo de morderse la lengua, pero esta vez hay que reconocer que la ha soltado como no podíamos ni imaginar. Brian Cox lleva décadas demostrando ser uno de los mejores actores de la industria. Todo lo que toca quiero encarnado de un talento fuera de lo común. Son ya 50 años dando guerra, lo cual ha decidido contar en sus memorias Putting the Rabbit in the Hat.
El libro se publicará el próximo 18 de enero, pero ya ha conseguido incendiarlo todo. Y es que el actor de Succession no ha dudado en repartir leches a diestro y siniestro. Si no, que le pregunten a Johnny Depp. “Pensad en ‘Eduardo Manostijeras’. Hay que ser realistas y si tienes esas manos y el maquillaje pálido y cicatrices, no tienes que hacer nada. No lo hizo. Y después de eso ha hecho aún menos”. Palo en toda regla, como el que se reservaba para Quentin Tarantino. “Sus películas son superficiales, todo giros en lugar de profundidad. Prioriza estilo cuando debería haber sustancia”.
Otro de los que han salido apaleados es Steven Seagal. Ahí, Brian Cox se mostraba inclemente. “Es tan ridículo en la vida real como parece en pantalla. Irradia una serenidad,, como si estuviera en un plano superior al resto de seres humanos, y ciertamente está en un plano diferente, sin duda, pero probablemente no sea uno superior”.
Las memorias de Brian Cox prometen dar mucho que hablar. Ni reparo ha sentido al lanzarse contra vacas sagradas de la industria, del calibre de Michael Caine. “Es una institución. Y ser una institución siempre es algo mejor que tener alcance”. Buenos zascas que son solo la antesala de lo que nos encontraremos en las memorias del actor.
Brian Cox tampoco ea el gran actor