Hemos tratado de reprimirlo, pero al final lo vamos a decir: Ya tenemos heredera para El juego del calamar. Inevitablemente, cada vez que una serie logra alcanzar un nivel de popularidad tan arrollador como el de la ficción surcoreana, automáticamente empezamos a buscar otro producto nos sirva para llenar el vacío. Algo que acaba de ocurrir con Rumbo al infierno.
La serie de fantasía oscura nos lleva a un mundo en el que a las personas se les puede decir que morirán y en qué momento concreto. Cuando llega su momento, unos seres sobrenaturales aparecen en la Tierra para llevarlos directamente al infierno. Una premisa de lo más atractiva y intrigante que han conseguido meterse a la prensa especializada en el bolsillo. Con un 100% valoraciones positivas en Rotten Tomatoes, la serie es ya todo un fenómeno. Salvaje y oscura, Rumbo al infierno nos va atrapando con las garras de su pesimismo humanista y la audacia de su propuesta.
Yeon Sang-ho, el tipo al que siempre le agradeceremos esa obra maestra titulada Train to Busan, es el responsable de una serie que vuelve poner de manifiesto que la industria audiovisual en Corea del Sur es una auténtica mina de oro. Cita obligada para cualquier seriefilo.