La temporada de premios ha empezado a despejar el camino. Cada año, la carrera por el Oscar se va a clarificando poco a poco. Los galardones de los sindicatos profesionales y de las asociaciones de prensa marcan un camino en el que siempre termina cayéndose alguna de las grandes candidatas. ¿Y qué película está siendo la gran damnificada de este año? Pues La casa Gucci.
Ridley Scott se ha quedado un poco corto. La crítica ha sido más que tibia con una película demasiado larga, demasiado caótica y demasiado irregular. Para colmo, el entusiasmo del público ha sido más bien limitado, poniendo el último clavo en el ataúd de las opciones al Oscar de La casa Gucci. Cierto es que intérpretes como Lady Gaga o Jared Leto tienen toda la pinta de hacerse un hueco entre las categorías interpretativas, pero nada más allá. Prometía mucho más La casa Gucci.
¿De qué va la película? Estamos ante un drama criminal en torno al asesinato en 1995 de Maurizio Gucci, nieto del fundador del imperio de la moda Gucci, que apareció asesinado por orden de su exmujer Patrizia Reggiani, conocida como la “viuda negra de Italia”.