El Hombre Araña está viviendo un momento excepcional. Desde que Marvel se pusiese a los mandos, Spider-Man ha logrado volar más alto que nunca en la gran pantalla. De la mano de Tom Holland, el bueno de Peter Parker va de éxito en éxito. Una deriva que promete continuar en el futuro y que pudo haber sido muy distinta si Sony hubiese continuado con las planes de su segunda trilogía.
No vamos a negar que el Spider-Man de Andrew Garfield molaba mucho. Desgraciadamente, el gran público respondía de forma tibia a sus películas. Así, el director Marc Webb se veía obligado a cancelar su idea de una tercera película cuando Sony y Marvel alcanzaban el acuerdo para llevar al Hombre Araña al universo cinematográfico de la Casa de las Ideas. Por aquel entonces, los planes serán más que interesantes.
Con el Duende Verde en la palestra y esas sugerentes imágenes al final de la cinta en las que se insinuaba una posible aparición del Doctor Octopus o de El Buitre, la idea no era otra que hacer de Normal Osborn (Chris Cooper) el gran villano de la cinta. Y es que, a pesar de su aparente muerte, el villano volvería para liderar a los Seis Siniestros en su lucha contra nuestro queridísimo Spider-Man. Una idea de lo más sugerente y que nos habría ofrecido una cinta sensacional. Lástima que nunca la lleguemos a ver.