Los suyos es romperlo todo. Roland Emmerich lleva décadas demostrando que la destrucción masiva cinematográfica no tiene secretos para él. El día de mañana, Godzilla, 2012, 10.000, las dos entregas de Independence Day… Olvidadlo todo. Nada es comparable a la nueva idea que se le ha ocurrido a este maestro del cine de catástrofes. No contento con destruir Londres, la Casa Blanca, Nueva York o la reputación de William Shakespeare, el director ha decidido lanzarse con la película más grande jamás vista dentro del género Moonfall.
Una fuerza misteriosa golpea a la Luna fuera de su órbita y la envía en choque directo contra la Tierra a toda velocidad. Unas semanas antes del impacto con el mundo al borde de la aniquilación, la ejecutiva de la NASA y ex astronauta Jo Fowler (Halle Berry) está convencida de tener la clave para salvar nuestro planeta. Pero solo el astronauta Brian Harper (Patrick Wilson) y el teórico conspiranoico KC Houseman (John Bradley) la creen. Estos héroes inverosímiles montarán una misión imposible al espacio, dejando atrás a todos sus seres queridos, para aterrizar en la superficie lunar e intentar salvar a la humanidad, enfrentándose a un misterio de proporciones cósmicas.
Halle Berry, Patrick Wilson, John Bradley, Charlie Plummer y Donald Sutherland forman el espectacular reparto y una película que se plantara en las salas de todo el mundo el próximo 4 de febrero. Moonfall es una cita imprescindible para todos los fans de la destrucción masiva, como queda claro aquí.