Si todavía no la habéis visto, ya estáis corriendo. Es una de las mejores cintas bélicas jamás filmadas. Cuando empezamos a escuchar que Sam Mendes había preparado un viaje a la Primera Guerra Mundial con un falso plano secuencia de dos horas, todos nos quedamos absolutamente asombrados. Eso sí, poco podíamos imaginar que 1917 fuese a resultar una experiencia cinematográfica de semejante calibre.
En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield (George MacKay) y Blake (Dean-Charles Chapman) reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake. Así arrancaba una historia contada con una única elipsis temporal y difícilmente comparable con cualquier cosa vista jamás antes.
1917 es una de esas experiencias cinematográficas de las que ocurren una vez cada mucho tiempo. Inapelable obra maestra que todavía está nuestro alcance gracias a la parrilla de Netflix. Eso sí, hoy es nuestra última oportunidad ya que mañana día 9 de febrero dejará la plataforma de streaming. Esta noche tenéis cita obligada.