Está pasando días complicados. Jason Momoa es un tipo siempre transmite energía, simpatía y buen rollo. El popular actor se ha convertido en uno de los más queridos por el gran público a lo largo de los últimos años. Papeles como el de Aquaman tienen buena parte de la culpa. Eso sí, el intérprete está viviendo una racha complicada tras su divorcio de Lisa Bonet, lo que nadie pasa por alto.
Vive en una furgoneta en el patio de un amigo, aunque adaptada con todo lujo. Lo suyo nunca han sido los grandes alardes, ya que estrellato no cambiaba ni remotamente su forma de vida. Sin embargo, su físico se ha visto seriamente cambiado coincidiendo con estos malos momentos. Acostumbrados a ver a Jason Momoa convertido en un bar de músculos, a todos nos ha sorprendido verle así de cambiado. Aquaman está un poco dejadete y es lo más normal del mundo.