Lo tenían todo para colarse en la temporada de premios pero, por una cosa o por otra, las cosas no salieron como cabía esperar. El próximo 27 de marzo, la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood celebrará la 94 edición de los premios Oscar. Una cita en la que se reconocerá a lo mejor del año cinematográfico y a la que faltarán varios proyectos que, de arranque, tenían todas las papeletas para colarse entre las candidatas al máximo galardón. Sin embargo, muchas se han quedado por el camino.
Puede que Ridley Scott sea el máximo perjudicado en esta ocasión. El director apostaba fuerte con El último duelo y La casa Gucci. Ambas cintas arrancaban la temporada de premios con serías opciones de acaparar galardones. Sin embargo, pronto quedaba claro que ninguna de las dos tendría hueco entre las máximas favoritas. Alguna candidatura técnica, podrían era el único consuelo para el veterano director.
Por su parte, otro de los que partían con grandes opciones pero que se ha quedado fuera de todo es Wes Anderson. Curso de los creativos más respetados en la Academia lanzaba La crónica francesa. Desgraciadamente, a pesar de resultar brillante, la película más radical el peculiar director se quedaba también por el camino.
Por último, En un barrio de Nueva York era otra de las cintas que veía cómo sus opciones de Óscar desaparecían día tras día. El encantador musical no terminaba de calar en una temporada de premios marcada por auténticos dramas. Una pena para una cinta genial.