Pi
Parecía que iba a ser otra extravagancia más en la carrera del actor y un nuevo eslabón en su carrera para convertirle en la gran estrella del cine de serie B. Cuando creemos que Nicolas Cage ya no puede sorprendernos más, tractor siempre se saca otro as de la manga. Nuestro querido Nic se ha convertido en un género en si mismo. El cine de serie B ha encontrado en el otrora gran estrella del cine, un icono de los buenos. Salvo contadas excepciones, cada nuevo filme que firma el actor es más loco que el anterior. Y Pig no parecía que fuese a ser una excepción, pero Nicolas Cage también es un experto en cerrar bocas.
Nicolas Cage se mete, para la película, en la piel de un solitario buscador de trufas que vive aislado junto a su cerdo. El animal es un fenómeno en eso de dar con las preciadas trufas, pero cuando se lo roban, el personaje de Cage se ve obligado a volver a una vida que había dejado atrás.
Cualquiera pensaría que estamos ante una nueva e irrelevante película. Nada más lejos de la realidad. Pig es sutil a niveles difícilmente imaginables. La película se cocina a fuego lento para ir dibujando detalles vitales. Cuando nos queremos dar cuenta estamos ya ante una disección de la pérdida. Todo ello con el rostro de un Nikon skate que firma una de las mejores interpretaciones de su carrera.
Ya está en los cines de España, con un año de retraso, Pig. Cierto es que la espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. No digáis que no os avisamos.