Es uno de sus rasgos más característicos. Desde hace décadas, Sylvester Stallone lleva demostrándonos que se puede ser un tipo duro y tener un talento inconmensurable. Actor, guionista, director, escritor, pintor… Si a eso le sumamos que es uno tipo sensacional, lo cierto es que a nadie puede extrañarle que todo el mundo adore a Sly.
A lo largo de todo este tiempo, un rasgo físico se ha convertido en el más representativo del protagonista de Rocky. Nos referimos, como no podía ser de otra forma, a su boca torcida. De hecho, su forma de hablar no es menos característica, pero evidentemente se debe también a esta circunstancia.
Pues bien, los motivos de todo ello los encontramos en las complicaciones con las que el actor llegó al mundo. Durante el parto, los fórceps dañaron al pequeño que años más tarde se convertiría en gran estrella del cine. Al parecer, esto provocaba una parálisis en la parte inferior izquierda de la cara de Stallone que, curiosamente, ha terminado por ser uno de los secretos del éxito de nuestro querido Rocky.