Los Beatles son, en sí mismos, la banda sonora de millones de personas en todo el mundo. Backbeat fue una original propuesta de origen británico que tenía por objetivo dibujar la etapa alemana del grupo de Liverpool. Iain Softley debutaba como director con esta cinta, conocido más tarde por K-Pax o La llave del mal (no se ha prodigado demasiado).
A los menos aficionados a los Fab Four os ponemos en antecedentes. A principios de 1960, los Beatles aun no son los Beatles. Se llaman The Quarry Men. Dice la leyenda que John Lennon y su amigo de la escuela de Bellas Artes Stuart Sutcliffe, propusieron el nombre inspirado en un sueño de Lennon. ¿Y quién era ese Sutcliffe? Backbeat gira en torno a la relación de Stu con John con Hamburgo como telón de fondo.
A finales de 1960, The Beatles son cinco y no está Ringo Starr. Pete Best es el batería, Stu toca el bajo y Paul McCartney se encarga de la tercera guitarra o del piano. Así se presentan en Hamburgo para una serie de actuaciones que a buen seguro cambiaron la historia del grupo para siempre. George Harrison apenas tenía 17 años. Eran unos jovencitos sueltos por Hamburgo y con una guitarra en la mano. Aprendieron mucha música y de todo lo demás.
Stu está interpretado por Stephen Dorff que iniciaba una carrera al estrellato truncada posteriormente. El personaje de Astrid Kirchherr, fotógrafa encargada de “repeinar” a los Beatles, era Sheryl Lee, también conocida como Laura Palmer. Junto con Lennon se formaba una especie de triángulo amoroso que vertebra toda la película. El resto de integrantes del grupo están en un segundo plano, pero no faltan las aceleradas actuaciones en clubes de mala muerte en Hamburgo.
Stuart abandonará la banda (nunca se le dio muy bien el bajo) para concentrarse en la pintura. Desgraciadamente, moriría poco más tarde. Y Pete Best fue sustituido al volver a Inglaterra por Ringo Starr. Para la banda sonora de Backbeat se formó un supergrupo con Thurston Moore (Sonic Youth) Mike Mills (REM) Dave Grohl (Nirvana), Greg Dulli (Afghan Wings) y David Pirner (Soul Asylum). Impresionante. Se encargaron de reinterpretar viejas canciones de los Beatles que a su vez eran covers de grandes nombres de la música de los años 50. Una banda sonora vintage para un película muy divertida.
“A finales de 1960, The Beatles son cinco y no está Ringo Starr.”
¡MAL!
“A finales de los 50, The Beatles son cinco y no está Ringo Starr.”
¡BIEN!