Cine en TV: “Días de trueno”

Martes 16 de abril – 22:00 – Paramount Channel

Existe un tema muy recurrente entre los aficionados al cine. “¿Cuál debe ser su función? ¿Entretener? ¿O algo más?” A nuestro modo de ver hay un error de base en esta clásica discusión. Una cinta comercial fabricada para hacernos pasar un buen rato en el cine, si cumple su objetivo, habrá valido la pena. Lo mismo cabe decir de una película independiente o de autor que aspire a ese algo más. El cine comercial no es malo por el hecho de ser comercial. Lo es si no cumple su objetivo. Si no entretiene. El cine de autor también aspira a entretener, pero a otro nivel (un nivel menos sensorial y más intelectual, podríamos decir) y con recursos diferentes.  Pero una película de un autor será mala si no “entretiene nuestro intelecto”. Conclusión: el problema no es la función del cine, sino su calidad.

¿Y todo esto a qué viene? Buena pregunta. Este martes podremos revisar una de las películas de Tom Cruise peor valoradas. Se trata de su reencuentro con el director Tony Scott, director de Top Gun. Días de trueno es la misma historia de los pilotos de aviones llevada a los circuitos automovilísticos. Ni más ni menos. Pero en ambos casos se tratan de películas divertidas, llenas de clichés y alguna conversación absurda, pero entretenidas. Cintas comerciales de recursos muy ochenteros que ganan a más de un espectador por ofrecernos un bonito espectáculo.

Tom Cruise interpreta al piloto Cole Trickle. Joven, ambicioso y arriesgado. Quiere triunfar por encima de todo. Y es Tom Cruise, así que no tenemos ninguna duda de que lo hará. Y de propina se llevará a la chica. No solo en la ficción, también en la realidad. Tom, ¿qué les das al principio y qué no les das después? La chica fue Nicole Kidman, una bella australiana que ya había asomado la cabeza años antes con Calma Total.

Cole Trickle deberá competir con Rowdy Burns y Russ Wheeler (con esos nombres qué puedes ser en la vida, sino piloto de coches). Y por ahí también andan Randy Quaid y Robert Duvall, encargados de ayudar a Tom a lograr un coche de carreras digno de su habilidad. Una cinta pésimamente considerada por muchos aficionados al cine (tienen razones de sobra para hacerlo), pero que, en nuestro caso, nos divirtió. Y no se le puede pedir más.